Ojalá
supiera que todos los días, a esta hora, frente a esta ventana, y con el tupido
jardín ante mis ojos pienso en ella; en su linda mirada que cuando se
encontraba con la mía se ponía nerviosita; en su forma especial de decir lo que
sentía con cortas y simples frases; en su traviesa sonrisa con la que robaba mi
corazón y hacía de mí el ser más débil.
Quisiera
que supiera que mi amor empezó cuando ella tenía 13 y yo 16; que siempre la
recordé con amor celestial porque para verla levantaba la mirada en busca de la
estrella más bella; que sufro en silencio al saberla lejos y distante porque ya
ni ilusión me queda; y que moriré con su nombre tatuado en mi alma porque la
siento tanto a pesar de no poderla tocar.
Ojalá
supiera que en los tiempos del cole esperaba la noche con ansias para buscar en
mi pequeña radio “Una vieja canción de amor”, que describía mis chiquillos
sentimientos; que cuando sonaba abrazaba fuerte mi almohada con la ilusión de
que algún día fuéramos grandes para amarnos; que me dormía temprano porque solo
quería soñarla con su uniforme escolar; y que le pedía a San Martincito que las
horas pasaran rapidito para ir corriendo al cole porque allí la podía mirar a
escondidas a la hora del recreo.
Quisiera
que supiera tantas cosas, que escribirlas me ocuparían miles de tomos de miles
de hojas, y aun así no acabaría de decirle apropiadamente que la amo con todas
las fuerzas de mi corazón como cuando ella tenía 13 y yo 16; que la extraño en
cada segundo de mis días y nunca me cansaré porque ese acabó siendo mi alimento
indispensable; y que aun sabiendo que nunca leerá esto, me basta que lo poco
que puedo dejar en estas letras le pondrá voz al silencio, como el viento le
pone voz al aire.
Buenas noches mi amor
Beto Pejovés
Buenas noches mi amor
Beto Pejovés
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