lunes, 13 de julio de 2015

Celos

Si aprendí a vivir de tus recuerdos, de no verte ni tocarte, de no contarte mis penas y alegrías, y de ya no compartir siquiera un segundo contigo, también aprenderé a vivir con los celos que me matan cuando te imagino en otros brazos.

Celos antiguos y constantes, mañaneros al imaginarte amaneciendo con otro y nocturnos al imaginarte durmiendo con el mismo. 

Celos que confirman que te amo y me sellan el corazón; celos de imaginarte dedicándole una canción a alguien que no soy yo.

Celos que apaciguo abrazándote en mis sueños, extrañándote en soledad , haciéndote el amor sin sentirnos.

Celos como los que siento esta noche de domingo en la que pierdo un buenas noches mi vida y una caricia para endulzar tus sueños. 

Celos que al fin y al cabo me dejan sentir que aún vives en mi ser.

Beto Pejovés


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