domingo, 21 de junio de 2015

Sueños

Si hubiera sido mi esposa en este momento estaría conmigo; y mis hermosos regalos hubieran sido su mirada, su sonrisa y una caricia en un beso. 

Mi mundo sería de colores, mis días diferentes y mis noches muy ansiadas por el deseo de llegar a casa para verla.

Habría prendido muchas velas para entibiar la habitación como en un castillo medieval, y recostados en la cama le habría pedido que me contara una historia para arrullarme. Y sé que ella, siempre buenita me hubiera complacido con una de canes locos y felinos serenos.

Si hubiera sido mi esposa, esta noche sería inmensamente feliz, afortunado, rey. 

Beto Pejovés

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